La verdad sobre los espíritus, sobre las energías que manejan.
Las almas de las personas son los espíritus. Estos están compuestos por formas de energía variables y muy poco conocidas (y poco estudiadas). Estas energías (o espíritus, ya que son una misma cosa) tiene la capacidad de absorber la entropía. Es muy conocida la ecuación de Gibbs, que establece el cambio de entropía negativo del universo debido a entes espirituales:
-DS = 1/3 k Dt
Donde k es una constante que depende de la cantidad de espíritus y la distancia de los mismos respecto del objeto en que repercute la acción (se detallará más adelante), y Dt es la fracción de tiempo en que permanece el centro geométrico de los espíritus cerca (tiempo respecto del sistema de referencia físico en donde se registra tal cambio de entropía).
Muchos de estos cambios físicos provocados por energías v (v de variables),ocurren frecuentemente en los agujeros negros de los sistemas galácticos, ya que los complejos mecanismos de función de las energías v son más propensos de actuar en sistemas con altas densidades de masa (como la da los agujeros negros).
Estos resultados son termodinámicamente consistentes con el hecho de que en ciertas invocaciones espirituales serias haya objetos que se calientan sin razón aparente. En ensayos espirituales, en estos casos, se han determinado disminuciones de la energía térmica del ambiente con el consecuente incremento de la temperatura del objeto. Estos resultados señalan la propiedad anti-entrópica de estos entes (o energías v).
Una explicación análoga tiene la ruptura ocasional de objetos (como por ejemplo copas). Las energías v toman energía térmica del ambiente y la convierten en vibracional en el objeto, provocando una ruptura cuando esta alcanza su frecuencia natural de oscilación, de resonancia. Por esta razón es que en ambientes con espíritus donde se producen estos hechos inesperados, se note el ambiente más frío. Estas variaciones de temperatura no se notarán en un simple termómetro de mercurio, pero si en el propio cuerpo, o con las termocuplas utilizadas para estas medidas, que miden con certeza variaciones de hasta un millonésimo de grado centígrado.
Se supone que el cuerpo humano y de otros animales superiores poseen indicadores químicos que pueden detectar presencias de espíritus (de un ser fallecido), los cuales por factores también químicos, provocan nerviosismo, sudor frío, miedo, nauseas o rara vez delirio momentáneo. Pero no ha sido del todo comprobado que existan estos mecanismos.
Hay que aclarar que existe una diferencia entre las almas in-corpus de las pertenecientes a fallecidos, ya que las energías v son más fuertes en estos últimos, pareciera ser que de cierta manera la corporeidad limitara la acción anti-entrópica de las almas, pero los mecanismos por los cuales esto ocurre, son básicamente desconocidos en la actualidad.
Objeto en el que repercute la acción.
Se refiere a que siempre hay un objeto que experimenta el mayor cambio (copa que se mueve o rompe).
Objeto no-moto.
Es el objeto en el que el cambio es generalmente poco notorio (temperatura del ambiente). No siempre los papeles de cual objeto es cual están tan claros, por ejemplo, puede ser que el frío del ambiente sea el más notorio. Por eso no se suele hablar en esos términos, a no ser que la diferencia sea muy notoria. Esto pareciera indicar que la ecuación de Gibbs pierde validez, pero no es así, ya que siempre es válida, pero aquí se presenta una simplificación, a modo demostrativo.
Pastor Alejandro Maldonado, Iglesia Católica de Ottavianno. Investigaciones paranormales, sector espiritismo.